Concepto

La lectura musical es la decodificación de una información escrita en un lenguaje abstracto, constituido por elementos melódicos, rítmicos, armónicos y formales. Este lenguaje utiliza la notación musical –toda indicación formal relativa a cómo se deben reproducir los sonidos y los silencios, considerados como música– como sistema de representación gráfica y la partitura como soporte documental.

La notación musical permite la representación y la expresión de las ideas musicales. Como lenguaje escrito, ha experimentado una evolución constante a través de los siglos.

Por su parte, la lectura musical implica la plasmación interna del sonido de una partitura o fragmento en una imagen sonora, que se puede externalizar produciendo sonido con la interpretación instrumental o vocal.

En la lectura de una partitura intervienen diversos factores: la entonación; el ritmo; el proceso cognitivo directamente relacionado con el nivel de conocimiento de la teoría del lenguaje musical.

Análisis

La destreza en la lectura musical es un elemento determinante en la práctica interpretativa. Una correcta lectura requiere el conocimiento de la notación musical y de la amplia variedad de signos que comprende.

En la actualidad, dentro de la cultura occidental, los elementos más destacados del sistema notacional son:

• las notas, las figuras y los silencios, que determinan la altura del sonido (entona- ción) y su duración (do, re, mi…; redonda, blanca, negra, corchea, semicorchea…);

• el pentagrama, como espacio en el que se representan las notas, sus alteraciones y los silencios. Su apariencia actual se estableció en el siglo xviii junto con la función de las líneas divisorias para dividir las secuencias musicales;

• las claves, que permiten situar las notas en el pentagrama (de Sol, de Fa en 3.ª línea, de Do en 1.ª línea…);

• el compás o las unidades de medida, para fijar el ritmo (3/4, 3/8, binario, de subdivisión ternaria…);

• las alteraciones, que cambian la altura del sonido respecto a la nota a la que acompaña (sostenido, bemol, becuadro);

– los signos agógicos, que modifican el pulso (ritardando, accelerando…);

– los signos de articulación de las frases musicales, equivalentes a los signos de puntuación de los textos escritos (ligadura, coma, acentos, tipos de toque…);

– los signos relativos a la dinámica, para indicar la intensidad del sonido (pianissimo, forte, mezzo piano…).

En la segunda mitad del siglo xx, algunos compositores –G. Ligeti, E. Brown, J. Cage, entre otros– incorporaron a este sistema notacional nuevas grafías de forma puntual que no siempre plantean dificultades de decodificación, ya que en algunos casos recogen glosarios con indicaciones claras de interpretación.

 

Implicaciones

El desarrollo de destrezas de lectura musical conlleva mejoras en la comprensión lectora de textos lingüísticos, en el aprendizaje de lenguas extranjeras, en el área de las matemáticas y, en general, se relaciona con el incremento de buenos resultados académicos. Entre los métodos de iniciación a la lectura musical destacan los sistemas de Zóltan Kodály, Shinichi Suzuki y Violeta Hemsy de Gainza.

Por su parte, el desarrollo de las TIC ha facilitado el acceso a diversos programas y aplicaciones informáticas que facilitan el aprendizaje de la lectura musical.

Referencias

Sadie, S. (ed.) (1980), «Notation», en The New Grove Dictionary of Music and
Musicians, London: Macmillan, vol. 3.

 

Salazar Hakim, G. (s.d.). La lectura musical. Procesos perceptivos, motores y cognitivos y sus vínculos con las estrategias de agrupación de
la información escrita. Obtenido el 19 de mayo de 2012 desde http://gemini.udistrital.edu.co/comunidad/grupos/calle14/Volumen1/Vol1/Articulos/lalecturamusical.pdf



Fecha de ultima modificación: 2014-02-05